Pase y llévese todo

Según la información del Banco Central, Banfield ha tenido en el último mes estas semanas 160 cheques rechazados por falta de fondos. El club está en un proceso que lo va a llevar a la quiebra a la brevedad y ya no puede afrontar no solo los sueldos del plantel profesional (que son bajos por la calidad de los jugadores), sino que tampoco le paga al resto de los empleados.

Los empleados cobraron el 25% del mes de abril y le deben el otro 75% y el mes de mayo y ya se habla de medidas de fuerza. El descontento general, la fuerte discusión con Falcioni, que deberá afrontar tres torneos con otro equipo mediocre, mientras a Erviti le renuevan por $ 600.000 mensuales que no podrán pagar, la sede copada por camisetas de otros clubes hacen que el departamento de marketing ya no pueda seguir vendiendo humo porque ya no hay nada bueno que hacer en una institución que se desmorona día a día.

La partida de Mariotto, la traición de Spinosa a Segura, el empate en 38 votos cuando Spinosa se gastó el dinero que le había dado Tinelli para comprar voluntades, la nueva pelea de Spinosa con Lammens y ahora el apoyo a Moyano, hacen que el presidente pierda la cabeza y se victimice.

Ya se sacaron de encima a Bologna porque ganaba mucho dinero (sin que al club entre una moneda), La Cámpora se quedó con una parte del predio y la otra la maneja la barra, pasó SportClub y se quedó con la sede social, pasó el Mineiro y se llevó a Cazares, pasó el Santos de Brasil y se quedó con Noguera, llegó Santa Mónica y administra las publicidades de la camiseta, antes ya se habían quedado con Tagliafico y Gomez, Claudio Vivas se quedó con el buffet del predio a pesar de que recibió 5 millones de pesos para irse del club, ahora pasa Moyano y le regalan a Rossi, veremos a quien le regalan a Soto, otra de las perlas que tenemos.

Spinosa ya cobró hasta las cuotas de agosto en AFA y todo el 2017 del dinero del Bingo para tratar de apagar el incendio que él mismo generó y los socios ya no creen en sus mentiras. Sigue preocupando por definir su estrategia en la AFA y está cada vez más solo porque Tinelli le soltó la mano y no tiene en quien escudarse. Sabe que se le viene la noche pero no quiere renunciar y le quedan 28 meses de mandato donde va a seguir sufriendo junto a los pocos soldados que le quedan, como el escrachado Gabriele y Di Prinzio.